A través de un colectivo de fotógrafos on line, al que he sido invitada como partícipe (la página será estrenada mañana, 1. de junio), he establecido varios contactos interesantes con fotógrafos de todas partes del mundo, especialmente con Llorenç Rosanes, de Cataluña, cuyas fotos me han seducido y atrapado desde el comienzo. Pues bien, en un videíto de promoción para dicha página, hablo de Lima y de su imperativa luz lechosa. La respuesta de Llorenç fue pronta: que no podía ver por ninguna parte esa luz lechosa en mis fotos. Pues bien, por un lado, ni aunque hubiera querido, hubo la oportunidad de fotografiar la bendita luz lechosa, pues aquí en Lima hemos sido regalados con un clima estupendo y días soleados durante meses de meses. Sólo en estos últimos días parece que, ahora sí, ha llegado el invierno. Por el otro lado, esta luz lechosa no invita precisamente a la fotografía, salvo a la de blanco y negro, y aún ahí es difícil. El cielo sale casi blanco, los contrastes borrosos, los colores sucios...Aunque, por el otro lado, y como he escrito anteriormente, son, en este caso, otros los motivos que atraen el ojo, la mirada se vuelve más íntima, más humilde, más apacible, más hacia adentro... Vayan entonces aquí estas fotos con harta luz lechosa para mi amigo cibernético Llorenç Rosanes.
7 comentarios:
Ahhh, Claudia! Ya veo tu luz lechosa... tu luz difusa... tu luz igualitaria... con ella, tienes muchos menos problemas de lectura de luz con cualquier cámara. Con ella todo se iguala. Con ella, de ella y en ella encontrarás también, buscando a fondo, los motivos perfectos para ser interpretados o bien reproducidos.
Me vale el post para entenderte. El invierno en España, en mi provincia, es peor. Empieza un dia cualquiera la niebla y dura tres meses. Vemos el sol, con suerte, entre cuatro y cinco dias en tres meses. Y con esta luz, se le apagan a uno las ganas de hacer lo que sea. Pero, como bien dices, todo mira hacia los adentros.
Desde aquí, Llorenç, a puntito de entrar en verano, te manda todos los rayos de sol que te puedan faltar. Un abrazo y un beso.
Cheveres fotos!
escribí ya tres veces, pero no entiendo que pasa, no sale publicado...
Tampoco tenia mucha importáncia. Te daba las grácias por el post dedicado a mí y a vuestra luz lechosa... que por cierto, te decía, aquí por estos lares, el invierno es igual o más crudo que en Perú. Aquí pasamos de veranos de más de 40 grados a inviernos de -10... y la luz lechosa, es algo a lo que estoy más que acostrumbrado. Cuando baja la niebla, estamos dos o tres meses sin ver el sol. Vivimos en la cuenca del rio Segre y la niebla es algo común. Vemos el sol entre 4 o 5 dias en todo el invierno. Pero la luz lechosa, te da mucho más margen de maniobra con la cámara. La luz es difusa, no hay sombras duras, ni proyectadas, todo se equilibra y aunque los colores crean amalgamas, ayuda a agudizar la visión, el ingénio, ayuda a componer de otra manera, quizá sí que es mejor el blanco y negro, pero el color también tiene su importáncia en estos dias grises. Como bien dices, tiende uno al recogimiento, a la espiritualidad, a plasmar melancolías...
En otro post, preguntabas que fue primero si el huevo o la gallina, si la niebla o Lima... bueno, fue primero el huevo, aunque claro, no era de gallina.
Y por lo tanto, fue primero la neblina, aunque claro, todavía no existia Lima. Jajajajaja
Y a propósito de la luz lechosa y los No-Lugares... las fotos de Joel Sternfeld son siempre, o casi, hechas con luz lechosa... y en color!!! Ataca!
Muchas gracias por tus comentarios, querido Llorenç.
Para ver más de Joel Sternfeld aquí:
http://www.luhringaugustine.com/index.php?mode=artists&object_id=67
y aquí:
http://www.rougeblog.net/2007/05/joel-sternfeld/
Gracias!
Yo conocía esta http://www.artnet.com/usernet/awc/awc_thumbnail.asp?aid=424263129&gid=424263129&works_of_art=1&cid=75413
Salud
Interesante esto de la luz lechosa. Me lo apunto.
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