8.12.07

"paisaje infinito"

Para los que viven en y, más aún, para los que viajan a lo largo de la costa peruana, el desierto es el paisaje predominante, un hecho ineludible y tan obvio que pocos lo ven y todavía menos lo aprecian y son presas de la fascinación por este "puro paisaje" como lo llama Jorge Eielson, sin duda el poeta y artista plástico peruano más universal, muerto el año pasado en Milán, y de quien reproduzco algunos pasajes de su artículo "paisaje infinito", junto con las fotos tomadas hace unos días en el desierto de Ica, con las que pretendo dar cuenta de lo indecible.







"La presencia de la materia —en su calidad de despojo— nos recuerda nuestra propia condición carnal y su ineludible epílogoEl desierto sigue siendo —así como lo fue para nuestros antepasados— cuna y tumba de nuestro acontecer histórico. Paracas en donde se urde el misterioso tejido de nuestro destino. Ninguna técnica artística aprendida habría podido capturar este paisaje - cementerio repleto de una cuantiosa vida subterránea."












"Nada habría podido servir mejor al autor que su propia identidad con la arena, el mar, el cielo y su juventud pasada junto a ellos, teatro de sus primeros goces. (La mano que hoy escribe sobre esa arena, sigue siendo la misma que entonces escribía sus primeros versos sobre una hoja de papel). Y los mismos hechizos de la luz entre las dunas, las mismas olas de arena, las mismas eclosiones de rocas, las mismas huellas, el mismo hervor de la materia terrestre afloran a la memoria puntualmente, como ante un espejo."










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